Acerca de este lugar

Están ubicadas en la localidad de Apán Bajo, al suroeste de Bambamarca, a espaldas de las Ventanillas de Bellavista. Forma parte del complejo de ventanillas funerarias comprendido por Bellavista, Arascorgue y Maraypampa. Geomorfológicamente, el área corresponde a una colina en rocas volcano sedimentarias, con pendientes del terreno que van de fuertes a muy escarpadas (>15°); estando los nichos funerarios excavados en las paredes muy escarpadas de las laderas. Geológicamente, la colina está conformada por rocas volcano sedimentarias del Neógeno que, cubren a las rocas sedimentarias carbonatadas del Cretácico. Las hornacinas han sido talladas en forma de pequeñas ventanas. Tienen de 5 a 7 metros de profundidad aproximadamente, cada cavidad es de 30 a 50 cm, y otras de dimensiones irregulares, ubicadas en hornacinas y galerías de 3 x 5 metros, simples y compuestas. Podríamos inferir que se trata de una necrópolis o cementerio, perteneciente a la época preinca, específicamente a la cultura Coremarca o Q´orimarca , Qori= Oro(quechua) y Marca = Región (Aymara) Región de Oro. Las ventanillas, responden a un patrón funerario prehispánico de segundo entierro, sirviendo de depósito de osamentas que provenían de otros entierros y eran colocados ahí para su conservación. Las formas y tamaños varían, sin presentar una forma o tamaño definido o uniforme. Como refiere Fernando Silva Santiesteban: “En la Cultura Cajamarca son muy característicos los nichos labrados en las rocas, llamados ventanillas (…) En estos entierros, los muertos eran depositados primero en el suelo. Después de algún tiempo se desenterraban los cráneos y algunos huesos largos para colocarlos en sus ajuares en los nichos y rendirles veneración” (Hualgayoc, riqueza y tradición; 2019). Durante el recorrido se puede observar numerosas pictografías trazadas al contorno de las hornacinas en color rojo indio en el contorno de la ventanillas. Desafiando al tiempo, al clima y a la destructora acción del hombre, esta importante necrópolis se mantiene en estado regular de conservación, debido que aún no hay intervenciones de puesta en valor, cubiertas de vegetación en su mayoría. Su valor histórico y cultural, hacen de este cementerio antiguo un lugar ideal para realizar investigaciones arqueológicas, para fortalecer y conocer la riqueza y tradición de la provincia de Hualgayoc, lo que da al visitante una enriquecedora experiencia tanto vivencial, educacional y de aventura.